Cuando vi este cielo… no había dudas que debería enfocar la Nikon hacía allí y disparar una, dos… y mas veces en gran angular y también en vertical para superponer luego en formato panorámico varias de estas… que es precisamente el resultado que se ve. Hay una mezcla de colores y situaciones atmosféricas que hacen que la imagen sea muy especial. Podemos ver el fondo del cielo azul de la bóveda celeste al fondo como telón y sucesivamente en capas se dan las nubes iluminadas por el cálido sol en orden diagonal. Un fondo nuboso, cumular, blanco, profundo, fuerte y conglomerado a la derecha. Nubes aisladas recorriendo circulando el espacio vacío y coronando la escena para dramatizar nubes oscuras y tétricas en la parte superior. Todo armonizado y perfectamente diseñado por el universo. El formato panorámico estatiza la situación. La escenifica más y hace que la recorramos de izquierda a derecha descubriendo la paleta cromática y los diferentes planos de profundidad. Esto se ve generalmente al atardecer en la ladera oeste del Uritorco, para el lado de los Terrones... en el lugar donde vivo y donde siempre se dibujan esos cielos.
Una maravilla de la naturaleza… que nos deja sin palabras al no poder comprender cómo se conjugan tantos elementos de color y luz para armar esa composición espontánea y sutil. Es un instante preciso de iluminación… como si un director de arte y fotografía lo planificara.
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